Border Delegation/Delegacion de la Frontera
At the border wall
La semana pasada, regresé de un viaje de seis días a Tucson, Arizona, donde, a través del UU Colegio de Justicia Social y Borderlinks.org, participé en una delegación de la frontera entre Estados Unidos y México. Quería visitar la frontera en mayo debido que hace 30 años en este mes crucé la frontera de manera ilegal de nueve años de edad. Quería ver a la frontera esta vez con los ojos de una adulta.
Visitamos una cooperativa en Agua Prieta, Sonora, donde las mujeres se han unido para aprender habilidades y poder sostenerse a sí mismas. Visitamos una cooperativa de productores de café llamada Café Justo, cuyo objetivo es contratar a nivel local y ayudar a mantener a las familias unidas. También hablamos con un agente de la patrulla fronteriza (la migra) y escuchamos sobre sus experiencias. Caminamos el sendero migrante donde dejamos garrafones de agua en la “estación de agua” en el camino. He publicado fotos de este paseo en mi página de Facebook y conseguí más de 8 millones de visitas! Me conmovió recibir mensajes de gente que me dijo que la única razón que todavía están vivos es porque encontraron una garrafon de agua en el desierto. En nuestro último día, tuvimos la oportunidad de asistir a una audiencia en el tribunal del caso “Rodríguez v. Swartz”, un caso de un niño mexicano de 16 años de edad, quien fui disparado 10 veces a través del muro por un agente de la patrulla fronteriza. Fue muy desgarrador para mi escuchar los argumentos para desestimar el caso. Agentes de la Patrulla Fronteriza muy rara vez, o nunca, reciben consecuencias de sus actos. Pero la experiencia que más profundamente me conmovido fue haber visitado el refugio de migrantes y el centro de recursos de migrantes en Sonora.
Tuve la oportunidad de hablar con varios migrantes y sus historias todavía me conmueven. Cuando crucé la frontera cuando era niña, mi padre se hizo cargo de las cosas … de mí. Tuvimos la suerte de nunca haber terminó en un refugio, sin dinero, perdidos, sin esperanza, y muy lejos de casa. Tuvimos la suerte de que nunca tuvimos que lidiar con los sueños rotos y una decepción desgarradora. Cuando logramos cruzar la frontera, fue una combinación de suerte y perseverancia, pero toda mi vida he tratado de honrarlo, porque sé que hay muchos que no son tan afortunados. En el refugio de migrantes, me decía a mí misma: “Esto podría haber sido yo.”
Como resultado de la delegación de la frontera, donde nos comprometimos a trabajar duro para educar a la gente acerca de la difícil situación de los migrantes y de las complejidades de la frontera, estoy lanzando una campaña de recaudación de fondos en nombre de la Casa del Migrante, un albergue que ofrece comida, alojamiento , ropa, primeros auxilios, y consejeros a los migrantes en la zona fronteriza de Tijuana. Espero poder contar con su apoyo. Por favor, done a mi evento para recaudar fondos y ayudame a hacer una diferencia en la vida de un migrante.